Pues por acá andamos con más de esas noticias para compartir. La cosa empieza con las ganas de contarles cómo fue mi cumpleaños en Ámsterdam, muchas cosas anotadas en mi libreta y muchas imágenes para describir en mi cabeza. Esperé algunos días para que las cosas se acomodaran en la cabeza y empezar a poner en letras lo que quería compartirles. Hasta ahí el proceso normal que antecede a la “blogeada”.
Ahí estoy sentado frente al escritorio junto a la ventana del estudio, con la mirada perdida y buscando en la cabeza unas palabras adecuadas que puedieran darles una idea lo más acercada posible a las emociones que habitan en mi durante esta etapa de mi vida. Escribo, borro…vuelvo a escribir, salvo, vuelvo a borrar, la página que intento compartirles se pone en blanco con una facilidad impresionante, creo que como una premonición de cómo se iba a poner mi cabeza instantes después.
Regreso pues al cuadro del escritorio pero esta vez con mi amada Magdalena acercándose a mi e invitándome a que juntos confirmáramos lo que podría ser una gran noticia de la vida; minutos después entendí perfectamente porque no había podido escribir nada… simplemente porque nada se podía comparar con la noticia que a continuación les comparto. A esta, su pareja de Polombianos Dios y la vida les ha abierto por segunda vez la oportunidad de soñar con ser padres, la felicidad es indescriptible, los miedos cada vez menos, el amor crece, las ilusiones vuelan al igual que las oraciones, los pensamientos dan vueltas en la mente y el alma sonríe más que nunca.
Esto que les comparto lo estoy escribiendo apenas unas horas después de que la ciencia nos confirmara que en este momento nuestras ilusiones miden 2 centímetros y tienen un corazón que late 167 veces por minuto .
Así pues las cosas mis estimados amigos, me despido no sin antes agradecer que presten sus ojos a estas líneas para saber de nosotros.
Do widzenia
