Monday, October 15, 2007

UN CAFE, UNA CERVEZA Y UN CONTRALUZ


Son las 5:39 p.m. después de tomarme un café y de tener como único compañero el sonido de los motores de los barcos que pasean a la gente por el Cuerno de Oro …(no más por referencia espacial, estoy en Estambul)… decido pedir una cerveza “Efes Pilsen”. Decidí tener esa compañía para celebrar con mis neuronas otro de esos duros golpes que le estamos dando a la incultura. Esta ciudad como me lo esperaba, es impredecible, inimaginable y a veces hasta indescriptible, de entrada el tráfico y el desorden despertaron el animal urbano que habita en mi, ese que le hace creer a uno que no hay bus, taxi o moto que le impida cruzar una calle. (tomo un sorbo a mi cerveza a la salud de ustedes).
Trataré entonces, por lo menos, de compartirles algunas minucias que desde hoy habitarán en mi cabeza. Como no soy para nada algo parecido a Cortazar, pido de ante mano disculpas por las fallas y los vacíos en mi descriptiva. La ciudad en verdad es maravillosa, Maxigala es un café ubicado debajo de un puente bastante particular, encima mío están parados decenas de pescadores por lo cual la panorámica que tengo es adornada espontáneamente por el reflejo de sus hilos de pescar. Todo es diferente a cualquier cosa que hayan visto mis ojos, los olores y los sonidos ni se diga. Viene entonces la pregunta infaltable: ¿qué hago acá?...ya estoy trabajando para que mi cerebro deje de preguntar pendejadas y simplemente se alimente…
Esta mañana estuve en un lugar llamado el Gran Bazar, el paraíso del regateo, y lo mejor de todo…turcos…muchos turcos; personas que por vender pueden derribar cualquier barrera imaginable. Por ejemplo: el lugar lo visité con una amiga de Magdalena que es Búlgara…pues ahí le hablaron Bulgaro…a mi me hablaron español, francés e italiano. La pregunta ¿cuánto cuesta? Es respondida de inmediato con otra pregunta…¿con qué me va a pagar? Estos hijuemadres por vender reciben cualquier tipo de moneda. Si regreso voy a intentar pagar algo con pesos colombianos. Ja

A estas alturas del partido ya he montado 6 veces en metro y mi cerveza está a punto de acabarse, la tarde cae y el sonido de los barcos se calma, un rayo de sol empieza a caerle de frente a mi cara y no más por puro instinto intento taparlo con mi mano; pero cuando me doy cuenta que el mismo rayo dibuja ante mis ojos, en contraluz, la silueta de una Mezquita, mejor saco mi cámara de mi inseparable morral naranja para tratar de robarle a este momento algo para compartirlo con ustedes (ver testimonio gráfico).

Pido y pago mi cuenta, dejo una propina cuyo monto me reservo por seguridad personal (te amo Magdalena) agradeciendo más por el momento que por el servicio; me voy para el hotel con una sonrisa, porque con cierta dosis de ironía Turquía, donde todo se vende y se compra. Me le regaló a mi vida uno de esos momentos que no tienen precio.
Do widzenia y si tiene tele ahí se ven.

pd: testimonios gráficos de Estambul en http://www.zorpia.com/lakikaonline/albums como siempre esta pareja de Polombianos agradecemos sus mensajes y sus visitas. un abrazo.

Monday, October 01, 2007

ESPACIO PARA UN ANGEL (el hijo que nos cuida)


(líneas acerca del difícil momento en el que nuestro bebé se convirtió en ángel y que superamos juntos gracias al amor y a muchos de ustedes)

Ese día nuestros corazones se confundieron…y se fundieron.
Fueron nada y fueron todo.

Ese día el milagro de la vida nos trascendió a todos, y decidió llamarse simplemente “Milagro”.

Ese día nació un Ángel cuyo primer regalo fue el de conservar eternamente su inmaculada pureza.

Ese día, con la omnipotencia que Dios comparte sólo con sus elegidos, nuestro hijo…nuestro Ángel rompió la lógica de los hombres para regirse por la Divina, y decidió que iba a ser Él el que guiaría nuestros pasos, el que nos llenaría de ilusiones y protegería nuestros sueños.

El abrazo de sus alas llenó de entendimiento nuestras mentes confundidas, con un suspiro extinguió la rabia de nuestros corazones.

Nuestros ojos, saliendo a flote gracias a esa valiente decisión de no querer ahogarse en las lágrimas, empezaron a ver luz, a ver esperanza, a ver la mutua sonrisa del tenernos.

Ese día un aura en nuestras almas empezó a gritarle al mundo, que existíamos tres, nos veíamos como dos, pero éramos uno.

Ese día su “nacer” se convirtió en nuestro “renacer”

Desde ese día ; mente, alma , corazón y cuerpo son más grandes; son unidad, son luz, son risas, son besos, son caricias, son felicidad, son vida, son fuerza, son amor, son esperanza, son fe.

De ese día no hay nostalgias, simplemente el pálpito que nace por el encuentro de la inocencia y la picardía de un pequeño ser, que nos recuerda ese bendito día en el que tierra y cielo decidieron hacerse un regalo mutuo… un Ángel llamado Jacek.