Acá estoy gateando … gateando cómo un perro? Suena raro, pero así es, estoy en una de esas regresiones que casualmente me hacen pensar en el futuro ,
-ladro- y como respuesta una pequeña carcajada me hace sentir el ser más feliz del planeta. Anika corre a resguardarse de un ataque de cosquillas del que apenas se podrá librar, su carrera me parece inexplicable ya que aún en mi recuerdo está viva su imagen de recién nacida. -ladro- escucho esa misma carcajada delatándola escondida en su alcoba, las rodillas ya me duelen, pero estoy en medio de un ataque al que mi víctima no me permitirá renunciar (como no me lo ha permitido durante la última media hora). En mi regresión aún no puedo dejar de sorprenderme al encontrar tanta alegría en un ser tan pequeño -ladro-
Anika tiene la virtud de contagiar esa sonrisa que nunca se le borra, esa que me desarmó cuando la ví pegando en mi teléfono stickers de abejitas (que no me deja quitar) -ladro- Esta pequeña tiene entre sus records el haberme hecho ver 4 películas de Barbie e incontables repeticiones de Campanita (dejé de contarlas en la 9ª.) -ladro- Anika es ese pequeño e impredecible ser que ya nos ha regalado, a mi amada Magdalena y a mi, 2 años de una vida que no soñábamos, es esa fantasía de pestañas largas que calza 24. Anika hoy cumple 2 años, pero a diario cumple sueños. Anika es esa que mezcla hermosamente el polaco, el español y “el Anikés”; la misma que ya domina el grito de mariachi, canta Café Tacvba y baila Bomba Estéreo… una carcajada más estruendosa que las anteriores termina abruptamente mi pensamiento y me recuerda que los papás que ladran, no tienen mucho tiempo para reflexionar en las regresiones -ladro-