Varsovia
18,02 2013
00:03 a.m.
Me di cuenta de mi imposibilidad para medir mi vida en años; este conjunto de caprichos, coincidencias, deseos y bendiciones que ha sido mi vida, se empeña en hacerme convertir el tiempo en lugares y a esos lugares en personas (caprichosa al fin y al cabo).
Es que cuando miro hacia atrás no puedo recordar un calendario, recuerdo un abrazo, una sonrisa, una torta ahogada, un brindis... muchos, un café, RUN DMC, una clase, unos ojos, mi primer equipo de fútbol, Michael Jordan, el Patria, lunas, agentes de migración, la Tadeo, mi adorada publicidad, un apretón de manos, lágrimas, besos, letras, despedidas, bienvenidas , miradas, más abrazos, mi Magdalena, Anika, Patryk y un Ángel
Recuerdo las veces en las que ya a punto de partir, con mis maletas empacadas y con grandes oportunidades esperándome, esas partes rebeldes de mi corazón diciéndome : ”vete tú que yo acá me quedo”. Y Ahí las deje, en buenas manos. Años que son lugares, lugares que son personas, rodeado de afectos que no escogí, sino que fueron ellos los que decidieron permanecer conmigo.
Excusen el desorden de mi texto pero es que así recuerdo mi vida, la emoción me gana y me hace sentir que no hay tiempo para ponerle lógica a lo que ha sido vivido sin ella. Ya no sé si esto era un agradecimiento, un resumen o un anecdotario. Lo que si sé es que se trata de una de esas veces en las que el alma toma el control de los dedos y empieza a escribir, una de esas veces en las que hace falta usar palabras para decir que no hay palabras o que simplemente sobran; porque tantos kilómetros, carcajadas y lágrimas no caben en un texto.
Sólo caben en una vida, en esos años que son lugares y lugares que son personas.
No puedo decir que mi vida ha sido mía, porque en realidad ha sido de muchos. Sí puedo decir que ha sido muy muy feliz, por eso me conmueve profundamente el pensar y recordar a todas esas personas que han sido los lugares y los años, mi alma sonríe al poder compartir este pensamiento con los que le prestan sus ojos a estas líneas y siente nostalgia por los que ya no pueden hacerlo.
...Mi afecto llena mis letras... mis lágrimas mis ojos...
No sé si será parte de lo ilógico de este escrito, no sé si serán tantos sentimientos encontrándose, no sé si sea falta de valor o literalmente falta de palabras, pero confieso que por primera vez en mi vida no sé cómo terminar un texto, de hecho no lo voy a hacer
18,02 2013
00:03 a.m.
Me di cuenta de mi imposibilidad para medir mi vida en años; este conjunto de caprichos, coincidencias, deseos y bendiciones que ha sido mi vida, se empeña en hacerme convertir el tiempo en lugares y a esos lugares en personas (caprichosa al fin y al cabo).
Es que cuando miro hacia atrás no puedo recordar un calendario, recuerdo un abrazo, una sonrisa, una torta ahogada, un brindis... muchos, un café, RUN DMC, una clase, unos ojos, mi primer equipo de fútbol, Michael Jordan, el Patria, lunas, agentes de migración, la Tadeo, mi adorada publicidad, un apretón de manos, lágrimas, besos, letras, despedidas, bienvenidas , miradas, más abrazos, mi Magdalena, Anika, Patryk y un Ángel
Recuerdo las veces en las que ya a punto de partir, con mis maletas empacadas y con grandes oportunidades esperándome, esas partes rebeldes de mi corazón diciéndome : ”vete tú que yo acá me quedo”. Y Ahí las deje, en buenas manos. Años que son lugares, lugares que son personas, rodeado de afectos que no escogí, sino que fueron ellos los que decidieron permanecer conmigo.
Excusen el desorden de mi texto pero es que así recuerdo mi vida, la emoción me gana y me hace sentir que no hay tiempo para ponerle lógica a lo que ha sido vivido sin ella. Ya no sé si esto era un agradecimiento, un resumen o un anecdotario. Lo que si sé es que se trata de una de esas veces en las que el alma toma el control de los dedos y empieza a escribir, una de esas veces en las que hace falta usar palabras para decir que no hay palabras o que simplemente sobran; porque tantos kilómetros, carcajadas y lágrimas no caben en un texto.
Sólo caben en una vida, en esos años que son lugares y lugares que son personas.
No puedo decir que mi vida ha sido mía, porque en realidad ha sido de muchos. Sí puedo decir que ha sido muy muy feliz, por eso me conmueve profundamente el pensar y recordar a todas esas personas que han sido los lugares y los años, mi alma sonríe al poder compartir este pensamiento con los que le prestan sus ojos a estas líneas y siente nostalgia por los que ya no pueden hacerlo.
...Mi afecto llena mis letras... mis lágrimas mis ojos...
No sé si será parte de lo ilógico de este escrito, no sé si serán tantos sentimientos encontrándose, no sé si sea falta de valor o literalmente falta de palabras, pero confieso que por primera vez en mi vida no sé cómo terminar un texto, de hecho no lo voy a hacer