Tuesday, September 11, 2007

REFLEXION EN LA RUTA 26




Son las 10 de la mañana y voy regresando a la casa después de visitar Migración, una oficina pública no muy distinta a las que todos conocemos, un lugar de esos en los que la tecnología y la burocracia libran batallas todos los días, ganadas por supuesto por esta última. Magda me deja en la estación de “Plac Bankowy” y entre un montón de rubios oji-claros, del morral naranja que me acompaña desde hace muchos años, saco mi iPod con ganas de desconectarme del mundo.
Con la llegada de los primeros acordes del Cartel de Santa llega también el tranvía 26, son dos vagones de aspecto antiguo pintados de amarillo y rojo (los colores de la bandera de Varsovia, feliz coincidencia con la Bogotana). Tres “przepraszam” y un “dziękuję” me son suficientes para llegar al extremo posterior. Con mis ojos en la ventana y la mirada perdida, cual imagen “clichesuda” de pensandor, empieza a llegar a mi una reflexión:
“juemadre!!!, como ha cambiado mi vida en sólo dos meses”
Para empezar llevo en billetera un documento que dice que puedo vivir y trabajar en un país que hasta hace un par de años ni siquiera estaba en mis planes más remotos. Cuando camino, lo hago por calles que fueron testigos de una de las etapas más duras de la segunda guerra mundial (es fácil encontrarse placas en cada esquina, que lo recuerdan). Ahora puedo pagar una comida con monedas sin que los meseros piensen que acabo de romper el marranito de los ahorros. Resulta también que, sin saber exactamente a qué hora, empiezo a entender bastante de un idioma que hasta hace unos meses era sólo una mezcla indescifrable de sonidos y letras, me acuerdo que ni siquiera podía pronunciar los nombres de los jugadores de Polonia cuando los veía en el mundial…bueno a excepción del inmortal Lato (ídolo de mi papá) de las selecciones de los 70’s. En la parte gastronómica el lugar de los caprichos callejeros express , el lugar que antes ocupaban los inolvidables tacos, está siendo ocupado con creces por los Kebab. Como si lo anterior no fuera suficiente, dos días antes estuve en una entrevista en una agencia en la que la VP me dejó bastante claro que apenas domine el idioma, están interesados en que yo trabaje con ellos. Mi pasión por el futbol es ahora alimentada por toda la UEFA en pleno, liga inglesa, liga española, escocesa, alemana y hasta la Liga Rusa (¡!???).
Por esto de que en esta ciudad, como en cualquiera, la mayoría de la gente a esta hora trabaja, llegó casi solo a mi estación, con el iPod prendido pero sin música (no me di cuenta a qué hora se había acabado la carpeta que venía escuchando), me bajo con la tarea de ir por mi cámara para regresar a tomarle una foto al 26, y sentarme en la computadora con la intención de compartirles otra de estas minucias que habitan en mi cabeza.

Son innumerables las cosas que pasan por la mente, son varias las caras que se extrañan, son muchas las conversaciones que se recuerdan y son tantas las experiencias que sé que están por venir, que estoy lleno de ganas por seguir tratando de sacarle el máximo provecho a la vida y poder compartirla con ustedes.

Fotos poco turísticas y muy cotidianas se las compartimos en nuestra dirección de fotos: http://www.zorpia.com/lakikaonline/albums incluímos unas del apartamento, para que los que prometieron visitarnos sepan a dónde van a llegar, ojalá se animen. El corazón agradece las líneas que envían, ya sea en los comentarios o en mails, los que no se olvidan de esta pareja de “Polombianos” . No se les olvide que se les quiere mucho.

Do widzenia y si tiene tele ahí se ven.

El cambio



Pues nuestro apartamento va bien , ya se le nota el cambio, faltan unos de talles pero queremos compartirselo para ver si se animan.

13 de septiembre del 2001

Ya son seis años de mi salida de Colombia. Mi avión despegó dos días después de que el mundo había dejado de ver las torres gemelas. Uribe aún no se había trasteado a la casa de Nariño (Palacio Presidencial), el transmilenio apenas veía sus primeras luces, Millonarios no era el último de la clasificación, aún no conocía mi debilidad por los tacos de carnitas, no conocía a mi sobrina Juliana, mi mamá tenía menos canas; no valoraba tanto como ahora, cada uno de los momentos que pasé con mis amigos en Colombia, la selección empezaba su decadencia, no sabía que se sentía montarse en un taxi VW (escarabajo/Vocho), no conocía el significado de palabras como : chido, chafa, chingón, rola, neta…y muchas otras más que se apoderaron de mi vocabulario para la burla de mi familia en Colombia.
No sabía quienes iban a ser en mi vida Rodro, Lalo, Yolis, Ale, Adriammm, Mariana, Rodo, Prix, Fer, Fede, Jerry, Alex…y en general toda la familia que me encontré en México. No conocía las tortas ahogadas, no me había hecho un aficionado de las tardeadas de “El Abajeño” con 1800 (salud Trapo), no sabía que se sentía ser padre y que se sentía dejar de serlo. No sabía lo mucho que me iba a hacer crecer la experiencia de salir de casa. Pero sobre todo ni siquiera en el más optimista de mis sueños me imaginé encontrarme un regalo tan hermoso como el que me dio la vida hace un poco más de dos años, mi amada Magdalena.

Gracias a La familia, gracias a los amigos, gracias a ustedes los que se encuentran leyendo este blog, por querer saber de mi, por no olvidarme, por regalarme su recuerdo y compañía cada vez que le prestan sus ojos a estas líneas.