YO SABÍA QUE IBA A LLORAR

Desde esta mañana, o desde no sé exactamente hace cuánto, yo sabía que hoy iba a llorar. Primero porque no me da miedo hacerlo, segundo porque sé cuánto amo a este par de ángeles disfrazados de hijos, que se pasean por ahí gritando, corriendo, peleando, jugando y en general desordenándome la vida que ya me estaba cansando de ver tan ordenada.

Lo sabía porque hoy no era un día normal (no para mi), sabía desde la mañana cuando ví en el calendario que hoy era el día para el cual compré sus trajecitos blancos, el día de las presentaciones de Patryk y Anika.

Primero fue el grupo de Patryk, yo muy tranquilo pensé ... “ja! después de tantas presentaciones de Anika ya sé de que se trata, niños cantan , bailan, hacen la venia y los papás aplaudimos...Fin”

Sonó el piano, las notas básicas, los papás hacemos silencio y se ven entrar los niños... todo según mis controladas emociones lo habían planeado... hasta cuando entró él brincando y cantando, algo apretó mi garganta, él estaba ahí muy blanco y sonriente... como si nada, cantaba como si no fuera la primera vez que lo hiciera en público, cantaba como si no fuera el más pequeño del grupo, cantaba como si no lo asustara la gente, cantaba como si lo hubiera hecho siempre, cantaba como si no supiera que me estaba estremeciendo el piso, con el piso el alma y con el alma mis ojos... terminaron, agradecieron y los papás aplaudieron, sí aplaudieron, porque yo sólo miré al suelo y dije... Joder!!! Sabía que iba a llorar.

Apenas me recuperaba y fué el turno del grupo de Anika, yo poco sabía de la presentación , aparte de que Anika lo había hecho bien en los ensayos... bien que? Nunca me lo dijeron, en el fondo igual no me importó mucho, finalmente era otra más de esas presentaciones a las que vamos los papás en los kinder.

El libreto prácticamente se repitió, el mismo piano, la misma entrada, los mismos aplausos, los mismos papás, el mismo plan que mis emociones tenían (al fin y al cabo no era la primera vez que la veía) ... anuncian el acto central, empieza la obra y me sorprendo al ver los niños que he visto crecer con mi hija, ya es el tercer año juntos...textos largos, risas, sorpresa controlable para mi ,al fín y al cabo  éramos los mismos en lo mismo de cada año... Anuncian la entrada de “la dama del invierno” ... mis planes y mis emociones nuevamente al se rieron de mí... Entra esa Dama... mi Dama... mi blanca Dama... la que hacía brillar ilógicamente el trajecito blanco que le había comprado... mi shock no fue verla de protagonista... mi shock fue darme cuenta por qué lo era... tenía los textos más largos, textos que difícilmente yo me hubiera podido aprender, textos que no recitaba... los actuaba, sí! , Con la voz , con los ojos, con las manos, con intenciones y un inobjetable porte de estrella; la sorpresa me empezaba a superar pero igual pensaba que era ese orgullo poco objetivo de nosotros los padres,  sentí miradas, sonrisas de mis vecinos de silla y los no tan vecinos... ella en el escenario hizo lo que tenía que hacer una Dama del Invierno, y en mi alma hizo lo que hace un ser que no deja de enseñarme que nunca dejará de sorprenderme. Terminaron, agradecieron , los papás aplaudieron... sí aplaudieron... porque yo sólo miré al suelo...y dije...

Todo terminó entre felicitadas, palmadas en la espalda, abrazos, y la sonrisa de ese par de ángeles para los cuales había terminado un día más de kinder. Yo crucé la puerta, me senté frente a la pantalla y haciéndole caso a este incontrolable impulso de sacarme las emociones con palabras,  empecé a contarle a este rincón de mi vida que hoy... hoy... o no se desde hace cuanto,  Joder!!! yo sabía que iba a llorar.