
Así fue, una tarde Magdalena y yo decidimos que queriamos darle un regalo a nuestros niños internos y a nuestros adultos externos, sin pensarlo, un par de llamadas, una mordida a los ahorros y con el permiso de Jacek de gastanos sus ahorros en nosotros, decidimos visitar la mismísima tierra del Ratón Miguelito.
Sabiendo que lo único que podía esperar es que no sabía que esperar decidí yo en lo personal tragarme mi orgullo y visitar de nuevo los "yunaits".
De la experiencia muy poco se puede contar por ahora, porque hasta ahora yo mismo estoy tratando de entender todo lo que recibieron las neuronas en esos días. mucha información, mucha diversión , mucha coca cola, mucha comida chatarra, pero sobre todo y para mi fortuna mucha , pero mucha Magdalena.
(se adjuntan testimonios gráficos del acontecimiento)
No comments:
Post a Comment